— He sentido — He sentido el silencio de tu sombra en mi sombra; he sentido el latido de tu mar en mi orilla; he sentido el desgarre de mi alma distante taladrar en mi arcilla y he seguido soñando que soñando moría. * * * — A Dios — Vas empujando fuera otras presencias. Vas cambiando el run run del pensamiento. Vas apaciguando la impaciencia. Vas dando luz al oscurecimiento. Vas a las rebeldías sosegando. Vas a la tristeza en rosas convirtiendo. Vas despejando ortigas a mi paso. Vas dentro de mi voz amaneciendo. * * * — La oración — Por el amor perdido y el ganado. Por la sombra sacada de su hueco. Por la espina y la gota de vinagre, eleva tu oración sobre el silencio. Deja que fluya y vuele mientras brota. Deja que el aire la riegue por el viento. Deja que en ese irse te consuele. Deja que reverbere como el eco. Deja que al despegarse de tus labios se cuelgue de la punta de un lucero. Deja que como un barco lleno de alabanzas tu oración desembarque allá en el Cielo. * * * Anagilda Garrastegui nació en San Sebastian en el año 1932 |
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