— Tronco Lírico — El viento implacable rompió mi follaje lanzando al espacio mis frágiles nidos, y mis ruiseñores, ya roto el plumaje, rodaron por tierra cual frutos caídos. El sol con sus rayos calcinó mis hojas y mis ramas mustias su fuego abrasó... ¡qué ausencia de trinos y de flores rojas! ¡qué enorme silencio mi copa sintió! Tan sólo mi tronco resistió altanero retando gallardo al viento y al sol; en mis noches tristes un solo lucero quebraba en mi tronco todo su arrebol. Y vino el invierno. Lo pasé desnudo de hojas; de cara a la inmensidad; sin aves, sin trinos, sin ramaje... mudo sobre el seco páramo de mi soledad. Pero al fin mi novia -verde primaveraabrazó mi tronco y besó mi herida; retoñaron ramas y hojas y... vida, y volvieron nidos y el ave parlera. La mano del viento me tocó las ramas; el sol generoso mis flores besó y, con el milagro de sus oriflamas, todo mi contorno de oro vistió. * * * Carlos Orama Padilla nació en Jayuya en el año 1905 |
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