— José Gualberto Padilla — Gladiador en la justa encanecido lucho con energía y sin desdoro; era su pluma látigo de oro, y chispazos de luz cada chasquido. Cuando la mofa con mordaz silbido osó herir a la patria en su decoro, en la burla lloró; pero su lloro fué el llanto del león que ruge herido. Alma de genio, al vislumbrar las puertas que conducen al templo de la historia, le arrojó del saber a las reyertas, alcanzando victoria tras victoria; ¡es que Dios a su numen dejo abiertas las anchas carreteras de la gloria! * * * Clemente Ramírez de Arellano nació en Manatí en el año 1868 |
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