Elena Ayala de García



— Amor... amor... —

Eras en mi existencia como planta,
como piedras, un puntillo de arena;
una silueta huraña del camino;
una lágrima larga, pero yerta
en la noche de angustia.

Eso eras tú sin serte...

¡Qué llama más honda y más secreta
se estrellaba en mi oído!

Y llegaste a mis manos, centinelas
de sol, oro y palmeras de sueños.
Eras sólo una idea
penetrante y aguda en el cerebro.

Contenido en olor de cosas ciertas
te velaron mis dedos.
Tibia ascensión de luz desde tu tierra
me amaneció la vida.
Y quedaste en mí, esencia, mármol, seda
afluir de mis fuentes, ¿hacia donde?
Donde tu voz empieza...

Quedaste como Dios en toda marca.
En tí mis ojos sueñan
la placidez del alma que se echa
con su dolor de ruta en el camino
por recibir a Dios,
y amando ... ¡espera!

Elena Ayala de García nació en Puerto Rico en el año 1924

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