Desde "La Villa" entre cañas
y entre naranjos en flor
se negó a cambiar su honor
por un "Palacio" en España.
En este pueblo, en su entraña,
y en sus calles se recibe
ese don que se percibe
como en álito romántico...
que nunca estuvo el Atlántico
tan cerquita de ¡"El Caribe"!