Elegía

Virgilio Dávila

Ahora es igual que los otros
el que fué nuestro gran día.
¡Ay! ¡Madre Melancolía!
¡Que ya no somos nosotros!

Tiempo atrás, al acento
del tiple y de la maraca,
saltaba yo de la hamaca
entusiasmado y contento.
Mas ahora salir no intento
ni en el mejor de mis potros;
que el reyar para nosotros
no es lo que enantes solía.
¡Ay! ¡Nuestro clásico día,
ahora es igual que los otros!

¡Llora! ¡Llora, corazón,
que ves pasar al olvido
lo que en nosotros ha sido
encanto, dicha, ilusión!
¡Ya se fue la tradición
que más nuestros nos hacía!
¡Ay! ¡Madre Melancolía!
¡Que ya no somos nosotros!
¡Ahora es igual que los otros
el que fue nuestro gran día!

Ya en el batey no me espera
para ser mi cumarracha,
la decidora muchacha
fresca, linda, sandunguera.
Ya la copla lisonjera
no bulle en la mente mía.
Ya no fulgura este día
como en los años que fueron...
¡Ya los Reyes se murieron!
¡Ay! ¡Madre Melancolía!

Asoma ya el seis de enero
que antaño aguardé impaciente
para montar diligente
a mi chiringo jobero.
¿A qué salir al sendero
si en él no piafan los potros?
¡Si ahora es igual que los otros
el que fue nuestro gran día!
¡Ay! ¡Madre Melancolía!
¡Que ya no somos nosotros!

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