— Yo soy lo jíbaro — Yo soy el que canta; coplero de la altura, cantor de la montaña, lo puro de mi tierra por mi habla. Versador soy de velorios; rey de bombas, de décimas y guarachas. Cuando rompo a cantar no canto en jíbaro porque yo soy lo jíbaro, porque nací en la sínsora y me crié en el abra, porque mi tiple está templado con la prima de la quebrada. Yo, que alcé un monumento al piche y otro a la pana; que he velado una hoguera, y he ordeñado una cabra, y sé lo que es un guiso y un trago é puya por las mañanas. Yo, que he rodado por las guindas, y he repechado por las jaldas, y, enamorado, me embrisqué una jíbara, que aún el recuerdo llevo en mis espaldas; que como en dita, bebo en coco y hecho mi sueño en la jamaca, y el portavoz soy de la sierra, lo puro de mi tierra por mí habla. Quien un cantar boricua esté buscando, que suba por mi cuerda a la montaña. * * * — Buscándote — Así, como tú eres, he venido buscándote, donde cava la luna su trinchera cuando amanece el día en los luceros, cuando muere la vida en las estrellas, donde duerme esperándote mi sueño. Porque eres tú la fuente de mi pena siento el llanto en los ojos y en mis labios el ruego y el dolor en el alma y la herida en el pecho. Tú me enseñaste a amar la eternidad del tiempo, la redondez del mundo, la verdad de lo incierto; y soñando que un día te encontrara bajo el añil-promesa de mi cielo tengo fe en horizontes lejanos y tesón en caminos eternos. * * * Francisco Hernández Vargas nació en Arecibo en el año 1914 |
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