Fogón apagado

Francisco Matos Paolí

Fogón que ya no sufres
el tatuaje del fuego
y sólo eres sepulcro
de consumido leño.

En tu mensaje gris
fija su vista anémica
el labriego.

Sólo ve tu ceniza
y le andan en la carne
las lenguas harapientas
de resplandores muertos.

Y sólo ves tres piedras
-epitafios del hambre-
y reductos del duelo.

Tu ceniza le tiñe
el corazón enfermo,
y los labios sin pan,
nivelados de angustia
y de miedo.

Ya en ti no se levanta
la bandera epiléptica
del fuego.

Fogón del proletario:
cementerio de lumbre quemada
¡oh cementerio!...

Silba en tu oscura boca
la culebra apretada
del agüero.

Y en tus cuatro sostenes
son cuatro anclas toscas
que magullan el suelo.

¡Fogón apagado,
donde cuece su pan
el lamento!...

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