Ferdinand Padrón Jiménez — Perdida — Perderte a tí no fue perder una llave, o perder un billete, o perder, en la tarde, la bola que nos hacía correr y reir. Perderte a tí fue una baja distinta; como despertar inmóvil en una camilla y saber que el fuego cosumió nuestra carne y nos hemos quedado sin piel. * * * |
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