Ferdinand R. Cestero



— Los cucubanos —

En el musgo verdoso de la pradera
que circunda las aguas de claras fuentes,
cual ínfimas estrellas fosforescentes,
fulguran en las noches de primavera.

Ya se tejen al toldo de enredadera,
que recaman de puntos resplandecientes,
o quédanse dormidos, como yacentes,
en el cesped mullido de la pradera.

Ya ocultos en el cáliz de los jazmines,
o errantes y perdidos por verdes llanos,
como almas luminosas de querubines.

Sonámbulos de amores, vagan ufanos,
y al verlos, me parecen, en los jardines,
esmeraldas que vuelan, los cucubanos.

* * *

— Día de reyes —

Ya no luce tu espléndida mañana
como en pasados y felices días,
pero les mandas a las penas mías
reminiscencias de mi edad temprana.

Ya no encuentras al pie de mi ventana
aquel cesto de locas alegrías,
ni a Magos Reyes con tu albor me envías
para ofrendar a mi niñez lejana.

Hoy que contemplo con sin par cariño
tus encantos fugaces y risueños,
y cae mi venda cual cendal de armiño,

no juzgues como vanos mis empeños,
si prendo ¡triste! a mi ilusión de niño
el áureo canastillo de mis sueños.

* * *

Ferdinand R. Cestero nació en San Juan en el año 1868

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