— Al recuerdo de tus astros — Regreso de tus cielos a mi mundo y te veo tan serena ante mí: Dueña de la luna y el sol en tus manos las llaves del Olimpo añorado. Diosa de luna llena que brilla al anochecer resplandeciente. Ninfa de sol radiante y hermoso recién nacido alumbramiento en luz de alba. Atributos radiantes son tus astros puntos siempre fijos donde sueña mi atención en ti tan desolada. Luego de mucho caminar tu ruta obsesionado y perseguirte en los caminos sin regreso para verte resurgir inalcanzable en continuos brotes de luz de amaneceres, apasionado persigo tu altura en el espacio donde reinas y logro rasgar las nubes blancas que envuelven tu claridad tan luminosa. Hoy llego a ti. Por fin al alcance de estas manos mis manos tuyas los luceros bellos que tu resplandor irradian. Me emociono: Luz tenue y blanca de suavidad lunar no dejes nunca de acariciar tan delicadamente mi embeleso. Ni de bañar con tu belleza de luces derramadas mi cuerpo ilusionado en tu presencia. Hermoso sol de bello contorno ardiente ardoroso al tacto de tus rayos envía los haces de tu calor dorado para que estos ojos deslumbrados se regocijen siempre en ti y tu prestancia. Luna y Sol: astros que a tan esquiva distancia se me alejan devuélvanme el aroma y la fragancia, que hacia mí su cercanía dispersa. Quiero que mis sueños otra vez me eleven a la altura distante tan ansiada donde busco el infinito en su belleza. O viviré eternamente deslumbrado por la luz de amor que ella refulge o harán que retorne como antes a la angustiada... desolación de su recuerdo. * * * Francisco M. Rivera Lizardi nació en el año 1928 |
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