— Hebras de sueño — Soñé que estaba soñando y que soñaba despierto, que el cuerpo se me hizo alma y el alma se me hizo sueño... Que en blancas nubes cruzaba por un cendal de reflejos, hasta cegarse mis ojos, heridos por los destellos de una visión deslumbrante, nimbada por cien luceros, cien estrellas en las manos y cien soles en el pecho... Como mi voz no encontraba, le hablé con mi pensamiento, y la dije: –Por ventura, ¿eres la diosa del cielo, o aurora del infinito, que entre el espacio y el tiempo cuaja su luz de los mundos que cuelgan del firmamento?... Y así respondió: –Me hablas con el hablar de los sueños... El espacio es humo, es nada, y una quimera es el tiempo... Todo el cielo está en tus ojos y en ti alienta el universo... Y era su voz rauda y leve, como la luz en el viento, cuando me dijo: –Yo soy un resplandor de lo eterno, soy un destello de Dios... ¡Soy tu alma, soy tu sueño!... Gaspar Rivera nació en el año 1889 |
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