Julio César López — Nada — Es hora de callar. Es hora del silencio. Es hora de amarrar la lengua al diente enciado de modorra como yeguas sabatinas de mi infancia. Siempre habrá un sábado para quedarse sin palabras y bostezar el hambre de la nada. Siempre habrá un mediodía de grises moscas inocentes rondando silenciosamente el párpado cerrado de la hora. Siempre habrá un silencio total de empedrado pueblo en siesta tendido tercamente en el alma como el cadáver último de todas las palabras. Nudo. Silencio. Pueblo. Mosca. Saliva congelada. Bostezo. Patíbulo del verbo. Es la hora de la nada. * * * Julio César López nació en Cayey en el año 1926 |
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