 — Dos almas en el cielo — Siento nostalgia obediente a mi espiritualidad que crece llevada por las notas de una danza, hasta el límite de la ansiada esperanza de encontrarme con Ana en viaje a la eternidad. Bendita eres, por precursora de un gran amor. Fuiste además, para mi motivo de confianza, tanto, que en el cielo resonara esa danza, como un esperado acto que al fin se realizo. Sus acordes, símbolo de nuestra unión, como un himno en el cielo, mientras todas aquellas almas en comunión las gracias daran en consagrado vuelo, de una multitud en solidaria oración, y dos almas, ¡solo con Dios recibiran consuelo! * * * — A Juan Morel Campos — ¿Sabes, que para mí nunca descansas? Venerado eres por los que somos de aquí, y tan nuestro eres como es nuestro coquí. La patria se vive en cada una de tus danzas, Acrecienta la puertorriqueñidad, hace valer el amor patrio como debe ser y encender el orgullo nacional según el deber, si a nuestro suelo queremos de verdad. Tus Felices Días y Sueños Dorados y cientos más de tus obras geniales reconocen lo que mi patria ha dado Para encumbrar música y poesía iguales, con Juan Morel Campos a nuestro lado, viviente, con inspiración de eternidades. * * * José Javier Robles nació en Mayagüez |
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