— Cuento de invierno — Me enfrento a la mañana cada día con ánimo cambiante; de alegría, cuando el sol aparece en su cuadrante y el cielo azul emerge con el alba como un cristal de limpia lejanía; de abatimiento cuando en rosas malvas se disuelve la atmósfera y vacía sus brumosos veleros en el alma. Algo en mi ser se desmorona y muere cuando la ráfaga invernal me hiere con sus fríos cuchillos. Busco en vano un resquicio de cálido universo ungido por los vahos del verano, y donde avive al sol su manso fuego mi trópico interior desesperado. Quizás un día al despertar ¡milagro! la tibia luz anuncie ya el estío incendiando los átomos del cielo. El espíritu entonces, resurrecto, jubiloso, levantará su vuelo. * * * Jorge Felices nació en el año 1917 |
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