— Escena IV — Sube el telón, se abre la caja de Pandora, de donde se saca el puñal y se yergue el “no más”. Un repique de tambores desespera la llegada, cruza el escenario con puñal en mano. Se escuchan susurros entre el público y se preparan las tablas para la sangre. Parado al centro, fija el puñal, la audiencia espera algún quejido. Un silencio sólido le da la bienvenida al comienzo del acto glorioso: autodegollación en vivo. La cascada ensangrentada chamusquea las tablas y al público ido. Alguien en una esquina, aplaude. Karen Méndez Sevilla nació en Bayamón en el año 1983 |
Borinquen Décimas Sonetos Portada |