— Primavera — El invierno ha colgado sus harapos de nieve en los pinos del norte, bajo un palio de plomo, y, arropándose en sol, se nos presenta como una virgen friolenta, la Primavera breve. Por las zanjas de piedra de las urbes pasea con sus rachas de oro escapadas del sud y las yerbas del parque vibran como un laud que una mano de brisa, caprichosa, rasguea. Las bufandas de lana se dan a la polilla de los viejos armarios, se hace flor la semilla que en octubre sembró la alegría en su caja, por las calles se vuelven decadentes las prisas y hay flores en los árboles y en las caras sonrisas y una como estridencia de sombreros de paja. — Proletarios — Un burro escalando una montaña, lentamente, vibrando bajo el peso de las banastas. (Sus orejas optimistas se inclinan hacia la cumbre). Un albañil colocando ladrillo sobre ladrillo. (Su tararear es monótono, interminable). Dios, bregando con las estrellas. (su silencio es profundo). Luis Muñoz Marín nació en San Juan en el año 1898 |
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