— A Puerto Rico — Borinquen, nido de flores donde comencé a soñar, al calor del dulce hogar que dio vida a mis amores; al recibir tus loores siento del alma en lo hondo algo que sale del fondo en acordes vibraciones y palpita en las canciones con que a tu afecto respondo. Después de ausencia tan larga vengo a contemplar tu cielo, para calmar el anhelo que a veces mi vida amarga. Hoy mi espiritu se embarga de alborozo y alegría, al ver esta patria mía noble, grande, generosa, brindándome cariñosa su entusiasta simpatía. Aunque me alejó la suerte de tus valles y tus lomas, entre las blancas palomas del ensueño logro verte... Yo sabré siempre quererte, como llorar tus pesares, y en tus palmas y en tus mares ha de repetir el viento, que es tuyo mi pensamiento y son tuyos mis cantares. En otra tierra querida que alumbra el sol tropical y sueña el mismo ideal que en nuestros pechos se anida, hallé tan franca acogida entre fraternales brazos que siento que en dos pedazos mi corazón se comparte ¡y es sólo mi anhelo ... atarte a cuba con dulces lazos! Cuba, tu hermana mayor, te señalará el camino, pues en un mismo destino las ha fundido el dolor; Cuba te ofrece su amor sin zozobra ni recelo... En defensa de tu duelo hará suya tu venganza, alentando la esperanza que resplandece en tu cielo. ¡Feliz yo si logro un día la realidad de mi ensueño, enlazar con noble empeño aquella tierra y la mía! Yo las cantaré a porfía ensalzando sus primores, y en la esencia de sus flores haré que mi canto suba, pues hoy Puerto Rico y Cuba son mis dos grandes amores. Como al ave viajadora que rauda tiene la pluma, pronto envolverá la bruma de la ausencia a tu cantora. Mas ¿qué importa? si te adora, será en vano que se ausente; en los claros de su mente y del sol a los reflejos, de cerca como de lejos, ¡tendrá tu imagen presente! "Al partir de tu ribera, iré triste y desolada pensando en la patria amada donde vi la luz primera". Mi nuevo nido me espera en otra hermosa región, ¡mas al darte el corazón su tiempo adiós, Puerto Rico, mis dos patrias glorifico en una misma canción! — Soneto inconcluso — ¿Por qué he de amar? Si la existencia mía se va acabando en silencioso duelo como puesta de sol en la onda fría al juntarse el azul del mar y el cielo. ¿Por qué he de amar? Si no merece tanto esta lóbrega cárcel que aprisiona un corazón que se sumerge en llanto y un pensamiento que el dolor corona. Al morir la ilusión y la esperanza nada puede la fe, viene el marasmo que es solo lo que el hombre alcanza (Se dice que Lola murió mientras dictaba este soneto.) Lola Rodríguez de Tió nació en San Germán en el año 1843 |
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