Mimí Lajara — El aire estaba... — El aire estaba cargado de cal Lo sé. Me la sentí colgando de la cara, también de las piernas. Me sacudí y a los libros y a la cama. Te has estado derrumbando. Presentí que se quedaban tus brazos en la huella pálida debajo de mis pies, cuando salí de mi cuarto esta mañana. * * * |
Borinquen Décimas Sonetos Portada |