— Mi tristeza — Mi tristeza y yo somos una sola, en una misma sombra. Se infiltra en mi sangre y se torna negra, negra. Garra de ilusiones muertas loca sombra chinesca. Sombra larga, larga, espectro agazapado y cruel, que posee mi ser. * * * — Suplica al mar — Mar, óyeme, cúbreme con tu sal para que cures las mil heridas sangrantes que tienen mi cuerpo y alma para mi mal, y que siento en mi agonía, palpitantes. Envuélveme en tus aguas, sé mi amante, embriágame, sumérgeme en el fondo de tus pupilas claras no me martirices, ámame. Bésame con tus labios salados, ardorosos, llévame hasta tu fondo misterioso, y en tu regazo tibio, con besos hondos, me poseerás, y al fin, encontraré reposo. * * * — Tejedora — Soñadora ... así soy yo, y en mágico telar, tejo que tejo mis sueños con hilos de eternidad. Los hay de diversas formas, hechos de rayos de luna, transparentes y sutiles. También los tengo de sombras, muy febriles y muy tristes. Las ilusiones perdidas voy tejiendo en mi telar ¡y cobran de nuevo vida! A cada instante se parten los hilos de mi telar, y se rompen tenuemente cual si fueran de cristal. Yo los enhebro de nuevo sigo mi eterno ensoñar. Soy tejedora incansable, forjadora de quimeras, de abismos tan insondables y ... también de vana espera. * * * |
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