María Teresa Feliciano



— Grita mi nombre —

Ese instante en que sientas fallecer
y rebose, tu alma de pasión,
sé feliz de que sea tu mujer,
eternízame en lienzos, corazón.

Si al ceñirme te embriagas del placer
musitando mi nombre en devoción,
o por siempre deseas mi querer,
yo seré, de tu vida, la ilusión.

Grita entonces, mi nombre sin temores,
revistiéndolo en dulce melodía
con bemoles de límpidos amores.

Quítate el velo de la cobardía
y que todos escuchen tus clamores
evocando mis besos, ¡cada día!

* * *

— Dibújame desnuda —

Imagina que mi cuerpo es tu lienzo,
dibújame sin brochas, sin pinceles,
en mi piel desnuda está tu comienzo,
adórnala con hojas de laureles.

Esboza mis montañas y mis valles,
perfilando mi vientre en expansión,
cierra tus ojos, recuerda todos mis detalles,
no me mires, deja volar tu imaginación.

Las líneas de mi rostro, son eternas,
tus fornidas manos, las han pulido
plasma de memoria la largura de mis piernas,
de la manera que sólo tú, la has conocido.

pinta el blanco del marfil de mis dientes
de mis ojos, su cristalino verdor;
dibuja con tus dedos lo que sientes,
desvísteme de ropa y de pudor,
plasma en lienzo, lo que te dicta el amor.

* * *

María Teresa Feliciano nació en Fajardo

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