— Poema II — Anhelo, mas bien aspiro, llegar al paraíso de los abandonados o rechazados. No al purgatorio disfrazado de limbo en el que se exilian los que dicen: ¡que se joda, púdrete, ya no me importas! ¡No, ahí no! Que es ese el peor de los infiernos; aquél en el que se está privado del amor y además te consume la rabia de la ausencia, el rencor del rechazo, la angustia de lo inútil. Deseo el verdadero paraíso; aquél en el que se habita cuando se me olvida que te olvidé, cuando ya, ni me dueles ni me mueves. Ni te extraño ni te odio, apenas te reconozco. Cuando es auténtico el asombro en la pregunta: Perdón, ¿quién me dijo que era usted? Nydia Chéverez Rodríguez nació en Morovis en el año 1957 |
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