— Antes fue el silencio... — Antes fue el silencio sobre la laguna. Hasta que el primero de nosotros hundió sus pies en el cieno. Era difícil caminar sobre el lodo. Caminamos. Hasta que el primero de nosotros se alzó sobre zancos de madera vieja. No era fácil mantener el equilibrio. Caímos varias veces. Hasta que el primero de nosotros construyó un puente de tabla y un callejón. Fue tedioso caminar sobre los puentes. Hasta que el primero de nosotros fabricó un caballo de palo y paja al que llamamos Camarero. Entonces, de tierra firme llegaron en automóviles hombres bien vestidos e hicieron apuestas. Ese día descubrimos que más allá del Caño se alza otra ciudad que avanzará hasta nosotros con la velocidad de un tranvía. Corrimos despavoridos al oír la trompeta del hipódromo. Hasta que el primero de ellos nos ofreció dinero y el primero de nosotros cambió sus zancos, puentes y callejones, el caballo y el hipódromo por una muralla, una avenida, un carro viejo y un residencial. Y nos aplaudieron. Hasta que el primero de nosotros reclamó título de propiedad. * * * |
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