— Liquidación — por la avenida de los almendros muertos todo está calmado y si el cielo está abollado es porque me comí la luna anoche ahora queda el agujero donde vacío la tómbola o mente, que es lo mismo– oigan, sólo suenan los panderos que llevo amarrados al lomo, felizmente mi palabra hierve y se pierde en la noche– total, da igual, pues el tronco del árbol que cayó ya más nunca nos servirá de puente es que ya no hay nada de qué hablar salir de nuevo del trabajo a la casa, solo y sonriente, de vuelta a mis panderos, ciudadano a penas de una música interna. he borrado las caras de las fotos, ya más nunca nos veremos de frente * * * — Abre el ojo — Si me gustase lo que viese entre casa y cama, si se me diera el guiso el adelgazo la mudanza, fin a la venta de enseres defectuosos silenciando bajo el último barril de tuercas y cumplidos –monólogo del reino interior –¿quién me habla? cómo se abre la alfombra progreso? despacio sin nervios que ruedaruedarueda por parcelas polvorientas la hora de deshilar barbas grapar cráneos hacer listas fiestas siestas si me gustase lo que viese entre casa y cama entre trazo y cuerpo– verbena sin toldo vendimia torrencial sólo una prueba un anuncio grabado en gran camisón de remedios... y después el tedio. * * * Tomás Urayoán Noel Martínez nació en San Juan en el año 1976 |
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